Sentado en un banco del parque
observo de cuando en cuando
a través de una reja metálica
a los estudiantes de la Vocacional
y a los autos que corren por la calle
(personas, creo, que van o regresan de sus trabajos,
que van o vienen de comprar en las tiendas
o que van o regresan
de ver a alguien;
que viven, en todo caso).
Todo esto mientras fumo un Winston Menthol,
leo algún cuento o poema
o escribo algún poema como éste que están leyendo
(o escuchando),
de veraz,
solo puedo sentirme
como un mono en el zoológico.