miércoles, 26 de junio de 2013

El mártir














El gladiador, desangrándose en el suelo de arena, miraba el sol mientras se prestaba a expirar ante la mirada inclemente y gozosa de miles de ciudadanos romanos. Ya no sentía dolor, si acaso frío; y sonreía satisfecho, pues sólo podía pensar que moría por su pueblo.



N.O.N.S./  15 de noviembre de 2010