Cada McDonald’s
es la casa de Dios
donde día a día
millones de personas
comen el cuerpo-Big Mac de Cristo
y toman su Coca-Cola sangre
por menos de 10 dólares
con posibilidad
de una eucaristía agrandada.
Ofrenda que va a las arcas
de la iglesia
que tiene a Obama como Papa…
Alabado sea nuestro Padre Smith,
alabanzas para su hijo Ronald McDonald,
bendito sea su santidad Barack Obama
y benditos sean todos los obispos-primer ministros
u obispos-presidentes
del mundo adamsmithiano occidental,
y que Adam Smith reprenda
a cada Fidel, Hugo Chávez y Evo Morales
(Diablo, Bestia y Gran Ramera)
y que nos libre de su herejía socialista.
En el nombre de Ronald McDonald,
amén.
N.O.N.S./ 3 de marzo de 2010
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