Pero la vuelta te la diste porque soñaste que era mágico y la sensación queda. Yo todavía recuerdo esas sensaciones del carrusel: luz, color, un cierto mareito mezclado con el griterío y la música. El caballito que todos queremos sube y baja y el viejito que te regala otra vuelta con el arrebato de una sortija. Bueno tu blog. No te encierres genio!
c: muy cierto muy cierto, me agrada esa analogia senti lo mismo la primera vez que me subi a uno, ahora soy mayor y no me he subido desde esa ultima vez pero no me dejan de impresionar lo maravillosos de los carruseles
el carrusel es maravillosos es un sitio y un momento perfecto donde sonrisas tan puras como las de los niños se mezclan con la música en una composición armoniosa donde no existen preocupaciones, solo hay una energía que envuelve los destellos de las mirada de los que observamos abajo felices porque nuestro infantes son felices al son de aquel querido Pegaso que alguna vez seguramente en otro parque nos hizo tan feliz a nosotros mismo
Me gusta este poema. Buena analogía de vida. Parecida al tren pero más pesimista.
ResponderEliminarPero la vuelta te la diste porque soñaste que era mágico y la sensación queda. Yo todavía recuerdo esas sensaciones del carrusel: luz, color, un cierto mareito mezclado con el griterío y la música. El caballito que todos queremos sube y baja y el viejito que te regala otra vuelta con el arrebato de una sortija. Bueno tu blog. No te encierres genio!
ResponderEliminarc: muy cierto muy cierto, me agrada esa analogia senti lo mismo la primera vez que me subi a uno, ahora soy mayor y no me he subido desde esa ultima vez pero no me dejan de impresionar lo maravillosos de los carruseles
ResponderEliminarSonia, gracias por LEER. El tren sigue una línea recta, con sus curvas, claro, pero el carrusel es un moverse en círculos hacia ninguna parte...
ResponderEliminarNueva Luna y Fullmetal, gracias por pasar.
el carrusel es maravillosos es un sitio y un momento perfecto donde sonrisas tan puras como las de los niños se mezclan con la música en una composición armoniosa donde no existen preocupaciones, solo hay una energía que envuelve los destellos de las mirada de los que observamos abajo felices porque nuestro infantes son felices al son de aquel querido Pegaso que alguna vez seguramente en otro parque nos hizo tan feliz a nosotros mismo
ResponderEliminar