Ingenuo Holden Caulfield,
creciste
y te volviste histérico.
Puritano psicópata,
ya no quisiste velar por los niños
y te fuiste a salvar prostitutas
luego que no pudiste
ser otro Oswald.
No, mataste a un chulo
y en vez de ser un terrorista
psicópata punk,
te convertiste en héroe nacional,
en toda una celebridad,
en todo un rockstar.
Pero mira lo que te digo:
el mundo no cambió
ni cambiará.
Apenas ayer una jovencita muy linda
se ofreció a mamármelo
por 50 dólares,
mientras la velaba su chulo
con diferente apariencia
de la de Harvey Keitel.
8 de abril de 2007
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